La música a todo volumen, la luces que parpadean alocadamente y sin parar, los rayos láser que dibujan líneas infinitas que se multiplican en los espejos y la multitud que salta al compás del DJ de moda, parece no alcanzar para vivir una fiesta electrónica a pleno.
Es entonces cuando el mercado de las drogas irrumpe en la escena y los jóvenes, convocados para seguir bailando a un ritmo frenético durante más tiempo, caen en la tentación de lo que aparenta ser una solución rápida para ese dilema: una pequeña pastilla que promete más fiesta, baile y desinhibición por más tiempo.
Estas drogas alucinógenas, comenzaron a darse a conocer con los nombres de LSD (ácido lisérgico), éxtasis, ketamina y popper. Ahora, irrumpieron en las últimas fiestas con la denominación de Superman, Love, Luna y NBOMe.
Son pastillas de forma triangular, color anaranjado o rosado y llevan grabado el logo del popular héroe de cine y cómics Superman, del que reciben el nombre. Los traficantes las venden como si fueran éxtasis o MDMA, pero desde hace unos meses las autoridades sanitarias y organizaciones dedicadas al control de drogas han alertado de que circulan comprimidos de este tipo adulterados con PMMA, un compuesto potencialmente tóxico que puede llegar a causar la muerte. En España se han detectado partidas de este estupefaciente nocivo en Madrid, País Vasco, Cataluña, Andalucía, Baleares y Canarias. Ya hay confirmación toxicológica de varios fallecidos.
El Servicio Español de Alerta Temprana (SEAT) del Ministerio de Sanidad ha colgado recientemente en su web (http://www.pnsd.msssi.gob.es/profesionales/sistemasAlerta/home.htm) una alerta en la que advierte de la circulación de esta droga. En la nota señala que en el territorio de la Unión Europea el PMMA se ha relacionado con un número considerable de intoxicaciones no fatales y con alrededor de 50 muertes en diferentes estados miembros desde 2001.
El proyecto Energy Control para la reducción de riesgos en el consumo de drogas, de la Asociación Bienestar y Desarrollo (ABD: http://abd-ong.org/), también ha publicado una alerta. Nuria Calzada, coordinadora de esta iniciativa explica que de momento no se han informado intoxicaciones por PMMA no fatales, pero «eso no quiere decir que no hayan existido». La razón es, según explica, que cuando una persona que ha consumido esta droga se encuentra mal y acude al hospital «lo que dice es que ha consumido éxtasis, de modo que se le aplica el protocolo de urgencias del éxtasis». «La persona se recupera después y no se le hace ninguna prueba toxicológica», lo que puede hacer que «la presencia PMMA quede enmascarada».
Calzada indica que es habitual que se detecten drogas adulteradas con otras sustancias, pero el caso del PMMA «es flagrante porque es una dosis muy potente y porque tiene muchos riesgos para el consumidor». Esta experta comenta que el tiempo que el MDMA tarda en «subir» —hacer efecto— es de entre media hora y una hora, a diferencia del PMMA, que tarda más tiempo. El resultado es que «el usuario que toma PMMA, cuando ve que no le sube, tiende a pensar que la dosis que ha ingerido es baja y vuelve a tomar más» de modo que cuando pasan dos horas y se desencadena el efecto psicotrópico aumenta el riesgo de que sea mayor la cantidad tóxica consumida. «Es fácil llegar a una hipertermia y a un fallo orgánico a todos los niveles», añade.
No es kryptonita
Calzada explica que desconocen cuál es la motivación de sintetizar las pastillas Superman con PMMA, pero apunta que hay dos hipótesis. La primera consiste en que se trate de «una producción deliberada de esta substancia, porque la literatura científica dice que sus efectos son similares a los del éxtasis y los precursores —ingredientes químicos— utilizados para fabricarla están disponibles comercialmente», a diferencia de los del éxtasis, que están controlados y no son fáciles de obtener.
La segunda teoría es que la presencia de PMMA en los comprimidos se deba al uso de un «precursor alternativo», que sería el aceite anisado en vez de safrol para fabricar MDMA, y que en realidad da lugar a la sustancia tóxica. Sería, pues «un fallo en la síntesis del producto, y un error no intencionado». «Hay otras pastillas Superman de que sí tienen MDMA, pero como sabemos que existen estas otras que tienen PMMA, la recomendación es que si te encuentras con comprimidos de este tipo, no los ingieras, porque es posible que sean tóxicos», comenta Calzada.
Energy Control (http://energycontrol.org/) critica que algunos medios de comunicación hayan publicado, en las últimas semanas, tanto en España como en Latinoamérica, titulares como «Cuidado con la kryptonita», el material que en la ficción era nocivo para el personaje Superman. Calzada señala que puede dar pie a confusiones y que las pastillas con PMMA detectadas en España llevan el logo de este superhéroe, pero que en otros países se han hallado en comprimidos bajo otras apariencias. «No es kryptonita, es PMMA», advierte, «y tiene muchos riesgos».
Fuentes:
http://politica.elpais.com/politica/2015/12/15/actualidad/1450193934_120513.html (15-12-15)
http://www.lanacion.com.ar/1890075-superman-y-otras-pastillas-que-hacen-volar-en-las-fiestas-electronicas (17-4-16)